Hace un año a estas horas estaba preparando todo el equipo para fotografiar el enlace entre María y Diego. Ya habíamos hecho una preboda chulísima, donde conocí a los padres de Diego, que nos facilitaron muchísimo la sesión.
Hace un año se respiraban nervios. En los preparativos es la tónica general, pues hay que estar listos para llegar a la hora donde se va a celebrar la ceremonia, que no siempre queda cerca de casa. Pero siempre se hacen fotos maravillosas en esos momentos.
Recuerdo que las pelusas de los chopos flotaban en el aire como copos de nieve.
Primero llegó Diego. Los invitados ya estaban esperando y él los saludaba, mientras esperaba a María. Ella llegó, para sorpresa de los asistentes, en una furgoneta Volskwagen retro que enamora (de la que nos aprovechamos bien para las fotos en exteriores).
La ceremonia fue muy emotiva. Hubo lloros, hubo risas. Hubo abrazos y hubo besos (hoy hubiera sido impensable).
Cóctel en un entorno fantástico, con música en directo. Con culines de sidra escanciados por el padre del novio!
Cena espectacular! Desde aquí daros las gracias por vuestra invitación y tratarnos como unos invitados más tanto a Víctor como a mí. Vuestra taza la guardo como oro en paño y qué ricas las pastas que disteis como detalle dentro de la taza ¡Madre del amor hermoso!.
El baile...Bueno, qué decir del baile. Salsa, bachata, kizomba...¡Qué bonito os salió! Con miradas, con complicidad, con fluidez... Sintiendo la música y sintiéndoos vosotros.
Espero que sigáis con esa pasión en vuestras miradas, caricias y besos.
Recuerdo con una sonrisa la frase de Tino en la preboda (nos la vamos a guardar para nosotros). Pero espero que sigáis así por muchos, muchos años.
¡Feliz Aniversario chicos!
¡Un abrazo muy fuerte!